Podcast del artículo
Voy a comenzar mi artículo como es mi costumbre, haciéndote una pregunta
En pocos segundos, sin pensarlo demasiado: ¿Qué es una creencia para ti?
Tomate tu tiempo para contestar antes de seguir leyendo el artículo y mucho mejor inclusive si hasta escribes algunas palabras, garabatos, ideas en tu bitácora de vida. A esta altura, y si vienes leyéndome o escuchándome en mis podcasts, ya debes saber a qué me refiero. Continuemos…
Siempre que pensamos en creencias nos vienen ideas de credos o doctrinas y de hecho, muchas creencias pertenecen a este grupo. Sin embargo, en el sentido básico, una creencia es cualquier principio orientador, máxima, fe o pasión que tiene el poder de proporcionarte de significado y dirección en la vida. Los seres humanos podemos percibir y trabajar con estímulos ilimitados que están siempre disponibles para nosotros. Las creencias son los filtros organizados para nuestras percepciones del mundo. Son como si fueran los comandos del cerebro. Fíjate por unos instantes en alguna situación de tu presente que “sea verdad”. Ponle colores, sonidos, texturas, tamaños, distintas intensidades, etc.., y sin forzar nada, presta atención a qué es lo que está sucediendo en ti por el sólo hecho de decirte que esta situación es la pura verdad para ti, y además de percibirla sensorialmente con todos tus sentidos. Fíjate también si puedes dotar a esta verdad de aquellas características que más te gustan. Es decir, proyéctala en una pared mentalmente como si tu mente fuese un proyector y cámbiale los colores, sonidos, tamaños, texturas, temperatura, etc., etc., de tal forma que puedas ver con que combinación sensorial tu verdad es más verdadera o menos. ¿me estoy explicando?
Ahora que ya tienes la situación que para ti es verdadera, fíjate en tu proyección si está estática o si tiene movimiento. Si el caso fuera el primero, ¿qué pasa si le agregas movimiento? ¿te animas a darle play? Y ahora ¿qué cosas nuevas suceden con el movimiento? Mientras tanto, ve prestando atención a si te despierta alguna emoción. Claro, ¿qué sientes cuando ves, escuchas, sientes este episodio verdadero con el poder de tu mente? Cuando conecto, veo, escucho, percibo esta situación, lo que siento es: xxxx. No hagas trampa y no acompañes tu frase por un “que”, sino sólo por una emoción. Por ejemplo, siento rabia, siento ira, siento amor, siento ternura, siento miedo, etc. Entonces ¿Qué sientes?
Finalmente, ¿de qué forma esta verdad es más verdadera que antes ahora que la has pintado, musicalizado, dotado de las características sensoriales que más sentido te hacen? Ahora que ya tiene movimiento y está avanzando en el tiempo como si realmente estuviera transcurriendo en tu mente? ¿ahora que le has dotado de tono emocional?
Y ahora, el secreto del juego. Imagínate que esta situación que invocaste es la más absoluta mentira. ¿Te resulta fácil hacerlo ahora? ¿qué creencias están en juego interviniendo en que puedas cambiar de verdad a mentira o de mentira a verdad?
A ver si nos vamos entendiendo. Cuando crees con convicción que una cosa es verdad, y ademas la dotas de características sensoriales significativas, es como si enviases un comando para tu cerebro de como te representas lo que está ocurriendo. Ahora lo que dotan de veracidad a los hechos que percibimos son nuestras estructuras de creencias. Aquello en lo que “creemos” y que responden a la pregunta de: ¿Por qué? Es también el “darte el permiso”, aquellas creencias a través de las cuales te impulsas para darte permiso a hacer lo que haces.
Las creencias abren la puerta para la excelencia. Envían un comando directo a tu sistema nervioso. Cuando crees que algo es vedad, entras en un estado de que aquello debe ser verdad.
Tus creencias pueden ser las fuerzas más poderosas para crear el bien en tu vida. Por otro lado, las creencias limitan tus acciones y pensamientos y pueden ser tan devastadoras como las que están llenas de recursos y te fortalecen. Poniendo un ejemplo a veces algo controvertido, es un hecho que a lo largo de la historia las religiones han fortalecido a millones de personas, dándoles fuerza para que hagan cosas que pensaban que no podían. Sino, es muy sencillo, piensa en de qué forma tus propias creencias religiosas, en la pachamama, en la naturaleza, en tu Dios, etc., no importa en qué creas, pero piensa en de que forma te fortalecen en este momento. ¿Te das cuenta de lo que te quiero explicar?
¿Qué recursos obtienes y liberas a su vez a partir de estas creencias tuyas? ¿De qué forma te apoyan y te dirigen hacia tus resultados deseados, hacia tu propósito de vida, tu IKIGAI? Siempre estaría bueno que puedas ir escribiendo en tu bitácora de vida tanto las preguntas como las respuestas y que después puedas estar jugando con toda esta información sobre ti para tu desarrollo personal.
Las creencias son mapas que te guían en dirección a tus metas y te dan la certeza de saber que llegarás. Son como un barco a motor y su respectivo timón. Con creencias orientadoras fuertes, puedes tomar medidas y crear el mundo en el cual vivir. Las creencias te ayudan a ver lo que quieres ver y te confieren las condiciones para obtenerlo. Partimos de la base de que la realidad es intersubjetiva y de que eres creador de realidad a partir de tus creencias, las cuales al final del día son pensamientos. ¿Acuerdas?
Entonces, nuevamente, ¿Qué son las creencias?
Son abordajes para la percepción pre-formadas, Pre- organizadas, que filtran tu comunicación para ti mism@, de manera consistente.
¿De donde vienen?
Cuéntame algo o cuanto menos a tu bitácora de vida. ¿Cuáles son tus creencias de base? ¿En qué has aprendido a creer y hoy te das cuenta que está activo en tu momento presente?¿Tus creencias te conducen al éxito? ¿Son abridoras de puertas? ¿Te presentan ante oportunidades? Acaso, ¿te ayudan a fallar? ¿te limitan? ¿Cierran puertas? Te propongo que te estés tomando tranquilamente algunos instantes para estar conectando con esta propuesta de trabajo sobre tus creencias para poder seguir adelante. No importa si vas y vienes del artículo. Quizás hasta puedas imprimirlo y trabajarlo por partes. Quizás lo estes escuchando y luego de una pasada completa lo comienzas a trabajar por tramos. Lo que a ti te haga sentido es bueno siempre que le dediques los tiempos que te sirven a ti.
¿Listo?
Avancemos un poco más entonces. En un artículo de hace algunas semanas te comenté que una de las técnicas más poderosas para cambiar positivamente nuestra vida es modelar, adoptar, lo que hacen excelentemente aquellas personas que son muy buenas en algo que necesitamos. Uno de los aspectos a modelar de los demás, son sus creencias, especialmente aquellas que te das cuenta que favorecen la excelencia. Sin embargo, primero necesitas descubrir de donde vienen esas creencias.
Entonces ahora te propongo un último ejercicio. ¿En qué consiste?
Pues, en el ejercicio anterior estuviste trabajando sobre tus creencias de oportunidad y las que son limitantes. ¿Recuerdas? ¿Las tienes en tu bitácora resaltadas? Y ahora te pregunto ¿Cuáles necesitas que no tienes? Por ejemplo, te proponen trabajar en una organización con altísima diversidad cultural, religiosa, de idiomas, etc., y jamás en la vida saliste de tu comuna y ésta es de bajo contexto, es decir, todos nacieron y vivieron siempre allí en todos tus espacios. Imagina que tienes una creencia de que es mejor trabajar en familia y con los iguales. ¿De qué manera esta creencia te sirve para tu crecimiento en este caso puntual? ¿Cuál otra creencia necesitas en lugar de la antigua? ¿Quien la posee y la ejecuta con gracia y exitosamente? ¿Puedes identificar a esta persona?
Escribe un párrafo sobre ella en tu bitácora, pega un print de su perfil de Linkedin, de Facebook, de Instagram o construye un collage sobre ella. Lo que mas sentido te haga.
Vamos a trabajar cuáles son las fuentes de las creencias de las personas para que puedas ir haciendo el ejercicio de modelado de esta persona o personas que poseen lo que necesitas creer y desarrollar para ti ¿estamos?
La primera fuente es el ambiente. La verdadera pesadilla o maravilla es el efecto que el ambiente tiene sobre las creencias y los sueños. Si todo lo que ves es fracaso y desesperación, es muy difícil para que te puedas estar formando representaciones internas que favorezcan el éxito. Si crees que eres exitos@, puedes con seguridad modelar el éxito en los demás. Con modelar me refiero a copiar aquello que te hace tan bien y adoptarlo para tu estilo. Si creciste en la pobreza y la desesperación, de ahí vendrán tus modelos de posibilidad. Albert Einstein decía que pocas personas son capaces de expresar con ecuanimidad opiniones que difieren de los preconceptos de su ambiente social. La mayoría de las personas es incapaz de formarse tales opiniones.
El ambiente puede ser por sí mismo, el más potente generador de creencias, pero no es el único. Si así fuera, moriríamos en un mundo estático en donde los niños ricos solamente conocerían la riqueza y los pobres nunca avanzarían más allá de los límites de sus orígenes. Hay otros medios de aprender que pueden estar siendo incubadores de creencias.
Los acontecimientos pequeños o grandes, pueden ayudar a crear creencias. ¿De qué acontecimientos de tu vida no te olvidas jamás? Por ejemplo, ¿donde estabas el día del 11 S cuando fueron derribadas las Torres Gemelas en Estados Unidos? ¿Donde estabas el día del Tsunami devastador a posteriori del terremoto del Océano Indico en 2004? Para muchas personas, fueron días que alteraron para siempre sus puntos de vista. De la misma forma, la mayoría de nosotros tienen experiencias de las cuales nunca nos olvidaremos. ¿Cuales son aquellas circunstancias que provocaron tal impacto en tu vida que quedaron instaladas para siempre en tu cerebro? Son estas las experiencias que forman a las creencias que pueden cambiar tu vida.
Un tercer camino para crear creencias es por medio del conocimiento. Una experiencia directa es una forma de conocimiento. Por ejemplo, la experiencia y vivencia que estás teniendo mientras lees o escuchas este artículo y más aún si estás pudiendo conectar con las tareas propuestas. Puedes obtener conocimiento a través de las películas, por la lectura, viendo como el mundo es retratado por otros. El conocimiento es una de las grandes maneras de quebrar los frenos de un ambiente limitante. No importa cuan rígido sea tu mundo, si puedes leer sobre las realizaciones de otros, puedes crear las creencias que te permitirán llegar a tu propósito.
Por ejemplo, en estos instantes Gabriel Gadea, participante de varios espacios que facilitamos con Marcelo Sangiao, está compartiendo en uno de los grupos que tenemos en las redes sociales lo siguiente:
Para mí que trabajo con temas de comportamiento humano y muchísimo la línea del tiempo, es super nutritivo leer comentarios como el de Gabriel, el opera sobre mis creencias con respecto al tiempo y también me invita a ampliar el observador que estoy siendo al programarme para ver la película. ¿Me estoy explicando? Gracias, Gabriel Gadea por autorizarme a usar tu comentario.
Un cuarto camino es que esté creando resultados por medio de tus resultados pasados. La manera más certera de crear creencias sobre lo que eres capaz de hacer es haciéndola. Si tienes éxito cuanto menos una vez, te resulta más fácil formarte la creencia de que puedes hacerlo más veces. Piensa ahora, en cosas que lograste en el pasado, que quizás fueran un gran logro, como andar en bicicleta sin rueditas (para mí) y sobre como te diste cuenta de que ya podrías hacerlo con destreza en adelante. ¿Tienes ejemplos? ¿Te animas a escribirlos, garabatearlos, dibujarlos en tu bitácora de vida? ¿Cómo te definen como persona esos hitos?
El quinto camino para establecer las creencias es por medio de la creación en tu mente de experiencias que desean el futuro, como si estuviese aquí mismo ahora. Siempre me gusta hablar con mis coachees y estudiantes sobre la idea de los Recuerdos del Futuro. En cierta oportunidad una coachee me decía que no sabe como conectar con su línea del tiempo del futuro sin dejar de habitar el momento presente. Entonces, le propuse que no deje de habitar el momento, sino que simplemente transforme su futuro en recuerdos y los traiga al presente. ¿Cómo?
Pues la idea, es visualizar, escuchar, sentir, dotar de movimiento, dotar de recursos sensoriales al futuro que deseas, agregarle todas las creencias que te abrirán la puerta hacia él, y luego una vez que lo tienes proyectado como si fuera posible, lo transformas en un recuerdo y te lo traes al presente, conectando con esta metáfora de los recuerdos que mi futuro yo me trae a mi vida para indicarme el camino a seguir. Eso se llama Misión damas y caballeros y el futuro transformado en recuerdos es la Visión, Propósito o IKIGAI.
Tendría para escribir por horas. Sin embargo, vamos a dejar este artículo aquí con una última propuesta de actividad. ¿Te parece? Obvio, ¿donde la vuelcas? ¿ya lo sabes no? En tu b… de vida.
Escribe 5 creencias sobre todo aquello de lo que eres capaz
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Y ahora la misma actividad pero para una lista de por lo menos cinco creencias positivas que puedan servirte para alcanzar tus metas.
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Y finalmente, ¿todas estas creencias están programadas en ti? Si no es el caso, ¿En quienes si las ves en acción? Usando lo que aprendiste en la segunda parte del artículo sobre los cinco caminos, escribe para ti en tu bitácora de qué forma vas a modelar en estas personas lo que necesitas. Es importante, que escribas todo lo que sepas y sea procedente sobre ellas y que quizás hasta tengas alguna o algunas conversaciones con ellas.
Y, esto fue todo hasta aquí. Espero que hayas disfrutado del artículo en su formato escrito o en podcast y que si te gusta, me lo hagas saber a través de las redes sociales y lo compartas para poder estar llegando a más personas. Si quieres conversar sobre lo que te fue pasando puedes hacerlo por el messenger del Facebook, por el chat, por Instagram, por donde más te guste. Vamos a profundizar sobre este tema y más en el próximo taller IKIGAI de los días 3 y 4 de Marzo próximos. Puedes informarte en la sección de cursos de esta misma web.
La seguimos. 😉