Versión Podcast del artículo – Recomendado para los ejercicios
¿Ya te pasó de estar de buena racha? ¿Sentir que tienes todos los recursos que necesitas para hacer las cosas como más sentido te hacen? Son esos momentos en los que probablemente te sientes con plenitud de recursos, de competencias y en que nada podría estar saliendo de otra forma que no fuera la esperada y deseada por ti. Sin embargo, para estos casos no es el artículo que estás leyendo o escuchando en este momento. Si bien, sí podríamos tomarlo como un estado deseado. ¿Qué opinas? Es decir, como planteamos en las sesiones de coaching: ¿Qué te gustaría que esté pasando al finalizar nuestra conversación en el día de hoy?
Como te decía, en ocasiones te encuentras con que tu estado es el opuesto al planteado más arriba. Esos días en los que vociferas cosas como: “Hoy me levanté con el pie izquierdo”, “Hoy todo me sale al revés”, “Hoy no debería de haberme levantado”, etc. ¿Te suena? Quizás hasta te lo puedes oír en tu tono de voz especial para estas ocasiones. De paso, ¿Cuál es ese tono de voz? ¿Agudo? ¿grave? ¿acusador? ¿desganado? ¿te gritas? ¿te insultas? Dudo que te hables con dulzura y amor. ¿me equivoco?
Este es el momento de invitarte como es costumbre a que tengas a mano tu bitácora de vida (diario personal) para ir tomando nota de todo lo que te vaya pasando mientras me estás leyendo o escuchando y hasta incluso después si decides trabajar este artículo con tareas luego de darle una pasada general.
Volviendo, probablemente hay situaciones en donde cosas que antes salían con facilidad se tornan en retos para los cuales parece que haz perdido el toque. Por más que sea incómodo, te pido que invoques alguna que tenga un nivel 5 del 1 al 10 para ti y si quieres más también. Tu sabes a qué te puedes estar animando en esta espacio. Si te animas escríbela en tu bitácora de vida.
¿Qué sucede? Eres la misma persona y tendrías que cuanto menos tener los mismos recursos a tu disposición. ¿Entonces por qué será que a veces logras tus objetivos y otras no?
Te comparto que las personas somos protagonistas de Estados Internos que activan a la confianza, el amor, la fuerza, la alegría, el éxtasis, las creencias, etc. Es decir, emociones y estados del ser y del estar que son generativos, los cuales son grandes manantiales de poder personal. Por otro lado, también solemos conectar con estados paralizantes como la confusión, la depresión, la ansiedad, la tristeza, la frustración, los cuales nos dejan sin poder.
Quizás te haga ruido, te parezca atrevido esto de decir que eres protagonista de estos estados. Sin embargo, si vienes leyendo mis artículos y continuas la lectura o escucha de este, creo que puedes estar comprendiendo por donde voy.
Todos entramos y salimos de buenos y malos estados internos. Escucharlos, analizarlos, interpretarlos, conversar y conciliarse con ellos es la clave para comprender los cambios y conseguir la excelencia. Tus comportamientos, lo que haces en cada momento son el resultado del estado interno en el que estas. Sino, hagamos un ejercicio rápido. Toma tres respiraciones profundas, siendo consciente de tus inhalaciones y de tus exhalaciones, de esta forma de respirar cuando querés ir hacia tu mundo interior. Con cada inhalación te adentras más y más en tu mundo interior, yéndote hacia aquél espacio en tu cuerpo donde sientes en este momento que habita tu ser. Puede ser un único espacio, cerca del corazón, más en el abdomen, pueden ser más de un espacio, depende de ti. Mientras sigues con concentración en tu respiración, ve llevando tu mano hacia ese espacio en donde está ahora habitando tu ser en el mundo, … ¿Lo tienes? Tomate tu tiempo, tienes todo el tiempo del mundo en los próximos instantes para estar conectando con tu Ser. ¿Qué sientes? Si tuvieras que poner en pocas palabras cómo te sientes ahora mismo, ¿qué sería? “Me doy cuenta de que lo que siento es: xxxx”. Luego siempre respirando vas volviendo al aquí y ahora (quizás debas oír el podcast para hacer este ejercicio que además está acompañado de música elegida para el momento). Luego lo escribes en tu bitácora de vida. ¿Qué escribiste? ¿Qué características tiene esta estado interno? Descríbelo si gustas y ponle atención a cómo es estar siendo con este estado en este momento? sí, ¿Cómo? Rara vez nos enfocamos en el cómo de las cosas. Y en este estado ¿cuales son los recurso que te das cuenta tienes a tu disposición?
Siempre haces lo mejor que puedes con los recursos que tienes aunque a veces te puedes encontrar con estados sin recursos. El estado es la suma de millones de procesos neurológicos que acontecen en este momento dentro de ti. En otras palabras, es la suma total de tu experiencia en este momento, o en cualquier otro. La mayoría de los estados te habitan sin ningún direccionamiento consciente de tu parte. Ves, escuchas, sientes alguna cosa y respondes entrando en un estado. A veces puede ser que sean de oportunidad, generativos, abridores de puertas, y otras veces, empobrecedores, de esos que frenan, que cierran puertas. Sin embargo, ¡Cómo cuesta controlarlos no!
Ahora que quizás estés conectando con a qué me refiero cuando digo “estado interno”, te propongo que en tu bitácora comiences por escribir distintos estados que te gustaría tener para lograr tus objetivos. Quizás necesites primero identificar algunos objetivos que quieras alcanzar y de ahí sacas el estado que te das cuenta necesitas para logarlo. ¿vamos ahí?
Entonces ¿cuales son los estados que quieres y que necesitas para transitar el camino hacia tus objetivos? ¿Quieres amor? ¿confianza? ¿respeto? ¿En qué momentos de tu vida los tuviste en cantidad? Fíjate cómo era sentirlos y mientras tanto respíralos, siéntelos, conecta con el entorno en el cual los sentiste con fuerza e invócalos.
¿Ensayamos un camino para recrear los estados que necesitas?
Imagen tomado de Tony Robbins
De las primeras cosas que necesitas para poder crear estados generativos que te orienten a tus objetivos es amigarte con tu cerebro como parte de tu cuerpo y de tu ser. Te comparto esta infografía de Tony Robbins para darte una de idea resumida de por donde viene la propuesta. Sin embargo, la voy a completar con algunas distinciones de corte más Gestáltico que apuesto te harán sentido.
¿Qué es lo que crea los estados en los que estás?
A ver, existen dos componentes de tus estados, uno de ellos son tus representaciones internas y el segundo es la condición y uso de tu fisiología; es decir de tu cuerpo. Te pregunto. En este momento, mientras me estás leyendo o escuchando, describe para ti mism@ cómo está tu cuerpo desde lo obvio, como si estuvieras escaneándolo y fíjate si puedes registrar cómo se siente y qué cambia cuando cambias algo en cuerpo. Como te hablo de representación interna me refiero a el cómo te imaginas las cosas así también cómo al qué y cómo te dices lo que te dices cuando estás en contacto con alguna situación.
Pongamos un ejemplo. Imaginate que algo que amas en la vida es pasar tiempo con tu hij@ o con algún otro ser querido, que ocupe ese espacio para ti. Ahora bien, acordaron verse a determinada hora y pasó una hora más desde el momento marcado. Posibilidades: ¿Comienzas a pensar que es tarde, que es una falta de respeto porque eres puntual y que eso significa que no te quiere? Acaso ¿Te planteas que algo podría haberle pasado y te comienzas a preocupar aumentando este estado conforme pasa el tiempo de tardanza?, quizás, es tanto que lo que quieres a esta persona que una hora de adicional de espera o dos no es nada en relación al disfrute de compartir un rato de tiempo junt@s. Estas son algunas de varias posibilidades que pueden darse. Ahora la pregunta es: ¿Qué te dices internamente cuando transitas situaciones variopintas en la vida? Presta atención a si puedes escuchar tu voz interna, ¿qué tono tiene? ¿volumen? ¿es más rápida o más lenta? Juega con esa voz como si tuvieras el dial de la radio y pudieras jugar cambiando aspectos de este relato interno. Por otro lado, ¿qué imágenes, además de sonidos, y sensaciones acompañan a este estado interno? Nuestro mundo interno es como una gran sala de teatro lleno de recursos para crear las películas llenas de efectos. La propuesta es que puedas permitirte estar contactando con cómo tu eres responsable de administrar esos recursos para crear las historias que te vas contando en cada momento y sobre cómo las ruedas; es decir, cuales son tus reacciones cuando el presente se actualiza. Es decir, imagínate que tiempo más tarde, aparece la persona por quien esperabas. ¿Qué le dices? ¿qué haces? ¿te encuentras acaso poniéndole play a la película que ya viviste internamente?
¿Me explico sobre cómo lo que comienza a teatralizarse en el mundo interno luego se manifiesta en el externo?
Asimismo también te pido usando tu bitácora de vida, si gustas, también conectes con tu línea del tiempo del pasado y que invoques situaciones, hechos, episodios, momentos de tu vida en los cuales aprendiste a comportarte como te comportas y a crear tales estados internos. Tenemos mentores para todo en la vida, incluso para las conductas disfuncionales.
Todavía hay algo más importante y que tienen que ver con nuestra fisiología. La tensión muscular, lo que comes, como respiras, tu postura, el nivel global del funcionamiento bioquímico de tu cuerpo, todo impacta en tu estado. Tus representaciones internas y tu fisiología corporal trabajan hermanadas y por eso es que es tan trascendental que tengas conciencia de ambos.
Ahora te comparto una regla que aprendi cuando transité mi formación como terapeuta gestáltico y que se llama la regla del PISH
P Percibo
I Imagino
S Siento
H Hago
¿Cómo funciona?
Pues, pongamosnos de acuerdo en algo. Tienes 5 sentidos que son: Visión, Olfato, Oído, Gusto, Tacto. ¿Estamos de acuerdo con ello? Entonces, lo que sucede es que a través de tus cinco sentidos recibes información del entorno, de los diferentes contextos que hacen las veces de escenario de tu vida. Este proceso sucede, si estás bien, haciendo contacto. Es decir, haces contacto sensorial del tipo visual, auditivo, olfativo, gustativo, y táctil con el mundo que te rodea. Por otro lado, no percibes todo absolutamente todo, sino que siempre estás focalizando tu atención sobre algo que se te hace figura, pasando todo lo demás a ser el fondo que actúa como escenografía de aquello en lo cual puntualizas.
Hagamos un ejercicio:
Toma una fotografía cualquiera, la que escojas para este momento, puede ser incluso la que surja de abrir arbitrariamente una revista que tengas a mano. ¿La tienes? Bueno, ahora obsérvala durante algunos instantes, sólo unos pocos segundos. Cierra la revista o da vuelta la imagen. ¿Que recuerdas de ella? ¿Qué es lo que más te llamó la atención? Enfócate en lo obvio, sin demasiadas explicaciones. Por ejemplo: el perro, el árbol, cierto personaje, algo del decorado, alguna acción, etc. Y cuando la tengas, trae mentalmente esa imagen al primer plano y piensa en todo lo demás como el fondo. Ahora bien, respira profundamente tres veces y tomate unos instantes para preguntarte: ¿Qué dice esta imagen, aspecto, elemento, etc., en el que hice foco de mí en este momento presente? Si pudiera ponerle el título de algo que necesito ¿Qué sería? “Me doy cuenta al mirar esta imagen que lo que necesito en este momento es: xxx”. Después me cuentas qué te sucedió. ¿Dale?
¿Seguimos? Ahora bien, a través de los órganos de los sentidos percibimos y como el cerebro busca la eficiencia, completa todo aquello en donde nos damos cuenta que nos falta información. Entonces, por ejemplo, ves a dos compañeros trabajo conversando intensamente en varios momentos del día y puede ser que conectes con que están coqueteando, con que tienen un secreto, etc., etc., el cerebro se vale de la intuición, de las vivencias pasadas y de la gran capacidad imaginativa que tienes como ser humano para armar en el momento historias sobre todo que ves y escuchas y en que pones tu atención. Escribe en tu bitácora si gustas, ¿cuales son las historias que te cuentas sobre distintas situaciones que fueron funcionales y otras disfuncionales en tus últimas dos semanas? ¿Cómo resultó lo que te contaste contrastado con la realidad? Si necesitas ir más atrás en el tiempo, está autorizado.
Comienza a prestar mucha atención al cómo imaginas lo que imaginas y sobre cómo completas las historias. ¿Hay proceso de indagación? Es decir, ¿Sueles preguntar o te quedas con tus suposiciones? ¿Cómo da la balanza si las pudieses pesar a todas en términos de que lo que percibes + imaginas se traduzca en comportamientos que estén siendo buenos para ti y buenos para los demás? Cuando hablo de los demás, me refiero a tus círculos de influencia próximos (familia de origen, familia creada, amigos, colegas de trabajo).
Pero la historia sigue. Retoma algunas de las historias que trabajaste más arriba, o quizás alguna que en este momento tenga peso, intensidad, presión, relevancia para ti. Fíjate si puedes hacerle ingeniería inversa y deconstruirla por pasos: 1) ¿Qué percibes? 2) ¿Qué vienes construyendo usando tu imaginación alrededor de los espacios que quedan incompletos en tu percepción? 3) ¿Qué sensaciones, sentimientos, emociones sientes cuando las evocas? y hasta te pregunto ¿Qué pasaría si comienzas a jugar con el del proceso, con el imaginar? Fíjate que alternativas se abren ¿Posibilidades de más escucha? ¿Preguntar, indagar con la persona protagonista? ¿te animas?
y Finalmente, es el turno del HAGO. ¿Retomando la situación? ¿Qué vienes haciendo hasta el momento involucrando todo tu ser? Me refiero a las acciones. ¿Cómo te resultaron en términos de ecología interna y externa (bueno para tí y para los demás)? Y ¿en cuanto a la consecución de tus objetivos?
Somos artífices de nuestros estados internos, éstos los creamos a partir de nuestros órganos de percepción y de nuestra capacidad de construirnos historias completando lo que percibimos. Asimismo, el P + I evocan emociones, sentimientos, sensaciones corporales que seguramente son similares a otras situaciones parecidas de nuestra vida, y finalmente nos comportamos desde la A hasta la Z en un sinnúmero de posibilidades de acción, lo que damos por llamar transferencia, El tema está en que a veces nuestra escucha es pobre, nuestra imaginación es grande y catastrófica, no nos hacemos cargo de nuestros sentimientos, emociones y sensaciones, vamos por la vida como sin cuerpo y esto no puede llevar a más que a un estado interno caótico, empobrecido y ciego y a comportamientos desalineados con nuestro bienestar.
Este artículo es más cuestionador que de costumbre, fiel a mi estilo de preguntar, preguntar y preguntar. Ojalá esté abriendo espacios de indagación y desarrollo personal para ti a través de mis propuestas. Como siempre te pido, si te gusta lo que lees o escuchas en el podcast, lo puedes compartir en tus redes, comentar generosamente y tienes medios para contactarme a través de la web o de las redes.
Nos estamos leyendo. 🙂