¿Qué es lo que estamos haciendo cuando estamos hablando? ¿Qué son las palabras?
Todo en este mundo tiene un idioma, tiene una frecuencia, comunica. ¿Sientes que las estrellas, los pajaritos, la naturaleza te hablan? y ¿Qué pasa entre las personas? Pues,
Nosotros somos seres lingüísticos que creamos realidad desde el lenguajear.
¿Cuál es el diferencia entre mundo animal y mundo animal que habla?
Cuando los seres humanos hablamos, estamos procreando, literalmente creamos una nueva entidad, una nueva fuerza, una nueva energía y esto sucede cada vez que la mandíbula a través de la boca se une con nuestro paladar y generamos la voz. Desde allí nacen nuestras palabras y compartimos nuestras ideas. Es decir, cada vez que dos personas están conversando, girando juntos, están creando y suceden cosas en el mundo de las emociones, de los sentimientos, de las sensaciones, de las ideas y en el mundo físico a través de las acciones. Por lo tanto, el conversar siempre produce un impacto en el mundo real.
¿Por qué hablamos los seres humanos?
Pues, a través de nuestras palabras manifestamos una gran energía donde nuestra vida y nuestra muerte dependen de los pactos que estamos todo el tiempo creando en nuestro transitar por la existencia.
¿Qué va a definir si las palabras serán generativas, positivas, buenas para el emisor del mensaje y para los demás?
Te lo dejo para la reflexión.
Cada palabra que sale de nuestra boca será pasada siempre por cierto juicio, por el juicio de personas que van a chequear si son genuinas, sentidas, sinceras, bien intencionadas, etc. Cuando nosotros pensamos y también hablamos, nosotros literalmente estamos invirtiendo parte de nuestro ser en lo que pensamos. ¿En qué estás pensando ahora? ¿Por qué estás pensando en ello? ¿Para qué lo haces?¿Cuál es la estrategia detrás de tus pensamientos?
Nuestros pensamientos son nuestra energía, los que nutren cada situación de nuestro día a día. Cada vez que nosotros hablamos, estamos compartiendo desde nuestro ser más genuino, estamos mostrando quienes somos. Por otro lado, también estamos dándole la bienvenida al estar siendo del legítimo otro con quien conversamos.
Las palabras, las ideas, salen y entran creando en esta danza conversacional infinitas realidades. La diferencia entre los pensamientos y las palabras responde a que nuestras palabras y acciones se corresponden ya a un marco de nuestra manifestación de deseos. Nuestros deseos van a producir pensamientos que van a despertar emociones y finalmente van a manifestarse en palabras y acciones para poder manifestar y concretar mi deseo. Entonces, cuando hablamos de palabras y acciones hablamos de consecuencias de nuestros deseos.
¿Cuál es el deseo, la intención detrás de cada conversación que protagonizas en el día a día? ¿Podrías comenzar a conversar preguntándote el para qué y sobre la intención de cada espacio conversacional que gestiones? ¿De qué te darás cuenta? ¿Qué saldrá afuera cada vez que converses? ¿Qué vas a estar transmitiendo?
Las palabras que salen de nuestra boca van creando y nutriendo nuestras realidades, las cuales responderán en mayor o menor medida a nuestros deseos dependiendo de lo consciente que seamos a la hora de manifestar nuestras intenciones. ¿Qué dices?
¿Por qué caes en dudas? ¿En tristezas? ¿En angustias?
Nosotros entendemos y percibimos no nada más lo que se dijo sino que percibimos la energía que está alrededor de las palabras. Alrededor de nosotros, hay 2,5 metros que es nuestra extensión de espacio óptimo, partiendo desde el largo de un brazo. ¿Qué significa esto? Pues que todo lo que suceda en esta burbuja de protección, al contactar con el campo del otro, modifica, afecta nuestra realidad. Cuando nos acercamos al otro, estamos entrando en su espacio íntimo.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando hablamos mal? ¿Qué significa hablar bien y qué significa hablar mal?
Una primera posibilidad es hablar mal de los demás. Cuando hablamos mal de alguien lo hacemos porque me duele, me quejo de esa persona por algo que sucedió y es verdad, estoy diciendo algo verdadero que no es mentira. La segunda dimensión de hablar mal puede ser el chisme. Suele ser muy confuso porque al final del día el chisme es chisme. Por ejemplo, estoy sentando con un amigo, estamos hablando sobre lo que pasó con otra persona que nosotros conocemos sobre algo que nos motiva, nos inspira, estamos chusmeando. Otra posibilidad es cuando hablamos con alguien y lo adulamos. Desde la gestalt es una forma de manipulación. En cuarto lugar, nos encontramos con la broma y a veces ésta sobrepasa a la broma y se convierte en mucho más. Puede ser una anécdota para reírnos, pero el chiste no lo es para todos los remitentes. En quinto lugar, hablamos de las conversaciones sin propósito, sin sentido. Luego, están las quejas y las críticas negativas y finalmente la difamación. Todo esto lo experimentamos todos de vez en cuando. ¿Qué dicen? ¿Compartes?
Ahora bien, todo esto va a tener que ver con nuestra conciencia y nuestro deseo.
Hay dos fuerzas que existen dentro de nosotros y son: la fuerza de construcción y la fuerza de destrucción, las cuales son condimentos de nuestros pensamientos y de nuestras palabras/conversaciones de cada día.
¿Qué le pones más a tus diálogos? ¿Intención de Construir o Intención de Destruir? Sé honest@ contigo, nadie se entera.
Lo que hace que cuando hablemos construyamos o destruyamos tendrá que ver con de qué forma estemos siendo fieles a nuestros deseos y los estemos bien intencionando. Cuando yo estoy reconociendo lo bueno en mí, lo bueno en el otro y pienso y digo en términos de ecología interna y externa, suceden cosas que también están buenas. ¿Cómo es? Pues, cuando lo que pienso, digo y hago es bueno para mí y es bueno para los demás, entonces las realidades son generativas, funcionales, fluidas. ¿Te animas a pensar en ejemplos de tu día a día donde suceden estos espacios que están buenos para ti y para los demás? ¿Cómo te sientes? ¿De qué forma podrías hacer una rutina de estas prácticas?
¿Qué pasa con la gente difícil, mala, negativa? ¿Quien trae a estas personas a tu vida?
Pues, al final del día, nosotros mismos. Entonces, la pregunta sería: ¿Cómo le hacemos? ¿Cómo le haces para estar en cada situación en cada momento de tu vida? ¿Para qué lo haces? ¿Qué aprendes? ¿Qué podrías hacer diferente?
Siempre se comienza por un primer paso, por hacer algo distinto. Y finalmente, ¿Cómo puedes cambiar tu intención hacia pensamientos y palabras constructivas?
Las buenas intenciones son la semilla de conversaciones de impacto, con trayectoria y poder de construcción. ¿Qué significa la intención constructiva? Pues, lo que no es construcción es vacío. ¿Donde estás en tu vida en este momento? ¿Qué sientes? ¿Qué está pasando adentro tuyo? ¿Qué estás queriendo llenar en este momento en esta conversación con este artículo? y ¿Cuando conversas con los demás? Piensa en las conversaciones que desarrollaste en los últimos días y en las que están por venir. ¿Qué satisfaces, qué llenas a partir de cada uno de estos espacios de conversación? ¿Deseos? ¿Intenciones? ¿Cuáles?
Cuando hablamos, algo que funciona es meditar, planificar sobre los que necesitamos decir, sobre el mensaje que necesitamos transmitir. En Coaching hablamos de las estrategias de Diseño de Conversaciones de Posibilidad.y ¿Cómo sabes que fusionará? Pues siempre por la intención, por desear que las palabras sean herramientas de construcción y que penetrarán mucho más que el intelecto.
No hay nada más fuerte que nuestras palabras, cuando salen de nuestra boca son como pájaros que volaron y no pueden regresar.
Si la intención fue vacía y angustia, este deseo se manifiesta a nivel emocional y se materializa a partir de las palabras y hechos y al revés, si es para construir, los hechos cambiaran rotundamente. ¿Experiencias propias?
Ahora bien, hablando sobre nuestras modalidades de habla.
¿Que pasa cuando decimos algo verdadero sobre otra persona?
Por ejemplo, emitimos un juicio de valor sobre esta persona. La pregunta es ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo? y ¿Cuando? yo estoy diciendo lo que digo. ¿Eres un luchador de la verdad? A veces, hay momentos en donde queremos decir la verdad, exponernos y la pregunta es ¿cuál es nuestra intención definitivamente?¿El otro está en condiciones de escuchar esa verdad? ¿Es buena para esa persona? Se trata de ser oportunos al emitir juicios, al compartirle al otro nuestras percepciones. Pensar en que lo que tengamos para decirle realmente le sea de utilidad y pueda tomarlo.
Cuando hablamos por vacío, por no tener nada que hacer o porque recibimos placer en sentido negativo de una conversación, estamos fomentando chusmerío. Lo mismo cuando difamamos o mentimos sobre como fueron determinados hechos realmente. Incluso al creer estar diciendo la verdad, se trata de loo que quizás sería una buena mentira que contenga noventa por ciento de verdad, más un poco de manipulación e intención negativa.
Es como asesinar a tres personas al mismo tiempo: aquel que habla, aquel que escucha y aquel de quien estamos hablando. Es estar desconectando de la realidad, de lo generativo, de lo que es bueno para todos. El que habla mal se está intoxicando, ingresando veneno a su sistema. Esto se siente en el corazón como si fuese una ejecución.
Cuando se habla de alguien sobre aspectos negativos o cosas negativas siempre hay algo en ese decir sobre esa persona que habla más de quien está emitiendo el juicio de valor. Como siempre digo en diversos seminarios y tomando una frase de Del Toro: “En el encuentro contigo recibo noticias mías”. Quien habla mal recibe toda la negatividad proyectada, ésta regresa al origen y sino revisen vuestras vivencias en el día a día. Se trata de una gran oportunidad de desarrollo personal y de rescate de proyecciones, de integración y completitud. Por otro lado, ¿qué pasa con quienes escuchan? Pues reciben de esta negatividad también y por supuesto que tienen oportunidades para visitarse a sí mism@s.
¿Qué sucede con los cumplidos?
Pues desde la Gestalt decimos que se trata de un mecanismo de manipulación. A diferencia de “inspirar”, en este segundo caso cambia la intención. Si yo quiero inspirar a los demás puedo dar una ejemplo para esta o estas personas. Todos nosotros realmente sabemos lo que está pasando porque tenemos la posibilidad de hacer un chequeo interno y siempre, siempre, siempre sabemos cuál es nuestra intención, donde está nuestra cabeza, cual es nuestro propósito y si te cuesta creerme, pues date la oportunidad de experimentarlo por algún tiempo.
y sobre ¿la queja? ¿la crítica destructiva? En estos casos, lo que pasa con la crítica cuando es con amor y constructiva es ayudar, es ayudar a detectar creencias falsas. Las creencias falsas e imposibilitantes son aquellas del tipo mandatos. Convicciones que hemos introyectado sin saber muchas veces de donde pero “Así debe ser”. En otros casos, cuando criticamos reflejando escucha, con intención positiva, es bueno para ese legítimo otro. Sin embargo, debo procurar no hablar desde mi propia carencia, porque la crítica puede hacer mucho más daño que bien. Cuando devuelvo un juicio debo considerar: 1) ¿Quiero a esta persona como si fuera yo mismo?; 2) ¿Considero que es oportuno?; 3) ¿Cuál es mi intención?
En cuanto a la Queja, puede tener diferentes dimensiones. Está la queja que construye y la queja que destruye. Más que forma, también es importante considerar con la intención. La llave es construir o destruir y estar llegando de un lugar pleno o de un lugar vacío. Es lo que define toda la diferencia como lo es en todos y cada uno de los casos mencionados anteriormente.
Bueno, vamos dejando por aquí. En este artículo diferente a los habituales me propuse compartir algo de lo que aprendí y con lo cual comulgo sobre el poder que tienen nuestros pensamientos, nuestras palabras y sobre la importancia de ser estrategas de nuestro buen decir, proponiéndonos estar haciendo siempre foco en nuestro propósito con lo que vamos a decir, con cada conversación que diseñamos, incluso aquellas que son eventuales, más espontáneas. Aunque no planifiquemos, incluso siendo naturales aunque hablando desde nuestros espacios de plenitud, desde donde nos sentimos más llenos y con propósitos generativos, la realidad que iremos co creando junto a los otros siempre será buena para todos, más allá de las dificultades que encontremos en el camino.
Inspirado en el seminario: El Poder de las Palabras del Maestro Kabbalista Yigal Kutnovsky.