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El juego de la Vida

Somos sólo una parte del rompecabezas mayor

Hay dos formas de conectar con la energía de posibilidad que impulsa nuestra vida. Una de las formas tiene que ver con que cada uno de nosotros pueda estar conectando con la energía  que proviene de las creencias y valores  que fuimos desarrollando desde la cuna,  a partir de las cuales nos vinculamos con todo lo que está más allá de nuestra compresión, y que para muchos es fuente de inspiración, motivo para la acción, nutrición para el sentido de la vida. Y ¿cuál es la otra? Pues es aquella fuente de luz, de brillo que se manifiesta en nuestros espacios a partir de nuestras acciones.

¿Cuales son los efectos de tus acciones de cada día? ¿Sintonizas con un propósito generador de bienestar para todos los que son parte de tu mundo así como también para ti mismo? ¿De qué procesos, resultados eres causa? ¿De qué estás  hecho a nivel semilla? 

Encuentra la forma de inyectar la esencia de tus deseos  en tu compartir  y estar siendo de cada día. 

Te pido por algunos instantes que tomes algunas respiraciones profundas con inhalaciones y exhalaciones completas, en algún espacio donde puedas estar cómodo y libre de distracciones y que establezcas una conexión con tu maestro interior, con aquel que sabe sobre lo que es bueno para ti y pregúntale: ¿De qué forma mis acciones son buenas tanto para mí como para los demás? ¿En qué contribuyo a que todos los que estamos en vínculo a partir de mis acciones podamos estar deviniendo en mejores versiones de nosotros mismos? ¿Cuanto me importa y escucho lo que los demás dicen de mí? ¿Cuan sincero soy con los demás sobre lo que pienso de ellos? 

Si sucediera que encuentras que tus acciones están siendo egoístas, que carecen de ecología externa en cuanto a ser buenas para los demás así como de ecología interna en referencia a la generación de prosperidad y abundancia para ti, entonces reflexiona sobre: ¿Qué puedo hacer para ser causa de más eventos donde haya un compartir genuino? Se trata de que esta noción de compartir en cada compromiso que asumamos sea genuina incluso a nivel deseos y pensamientos. En nuestra concepción del IKIGAI; es decir, sobre aquello  que te impulsa a levantarte cada mañana y sirve como combustible emocional para ser propósito, es muy importante que el deseo que nutre y activa a este combustible sea intenso, brillante, sin límites y cálido, desinteresado y  amoroso a la vez. Se trata de estar conectando con aquello que quiero, que deseo hacer con escucha activa de los dolores, de las necesidades de la comunidad, con la convicción de que deseo ser millonario, pero no cualquier millonario, no sólo o necesariamente obtener grandes sumas de dinero o que empiecen a llegar los cheques en carretilla, sino que hablo de ser millonario espiritual. Te invito a conectar con tus proyectos y que estos tengan que ver con aquello que realmente deseas de corazón estar logrando y no por necesidad. Hay una gran distancia entre desear por necesidad de dinero, de recursos, de reconocimiento familiar, social, etc., y entre desear por y para el bienestar de la comunidad. ¿qué dices? En un primer caso caso estamos hablando de desear reactivamente, del deseo de nuestro ego,  el cual necesita  ser alimentando cada vez con más calorías, y por otro lado hablamos del deseo que se alimenta del interés genuino en el legítimo otro, en el recibir para compartir, en el hace en comunidad como seres sociales que somos.

Todo deseo surgido de la carencia, de la necesidad tiene corta vida, el deseo debe asentarse sobre cimientos estables donde la carencia no tenga lugar. 

Cuando compartimos con el otro nuestros deseos, nuestras aventuras, cuando somos una empresa dinámica en constante tendencia actualizante, estamos co-creando desde nuestra comprensión imperfecta de lo que es la vida y nuestra experiencia del mundo. Sin embargo, nuestros limites individuales se expanden cuando sumamos piezas, cuando nuestras empresas se basan en la confianza, en el amor, en la aceptación incondicional por los derechos del otro.

¿Cómo logramos conectar con abundancia y prosperidad en este juego de la vida? 

Ciertamente no lo sé porque yo también soy parte del mismo juego en esta aventura por el ser persona. Sin embargo, por estos días elijo tomar acciones que me lleven a trabajar sobre la disolución de mi ego, de mis aspectos más reactivos, de aquellos que limitan, que empañan mi relación conmigo mismo, con los demás, con las circunstancias, con el tiempo y con aquello que está más allá de mi comprensión. Cuanto más liberados estemos de nuestro ego, más disfrutable y pleno será cada logro y más estaremos pudiendo disfrutar del proceso. Nuestro último nivel de conexión sucede cuando nos podemos apartar completamente del proceso, mirando desde afuera como un testigo, desde una metaposición que nos ayude a ser testigos del devenir de nuestra aventura, de observar qué cosas puedo estar haciendo mejor la próxima vez, o ahora mismo metiendo mano, corrigiendo el rumbo, atendiendo a qué pasa con los demás que son agua de mi mismo río.

¿Cuál es tu verdad? ¿De qué estas hecho? ¿Qué recursos tienes para aportar en tu juego de la vida? ¿Qué habilidades surgen cuando haces las cosas que prosperan y te completan como persona?

Te pido que sigas tomándote instantes para leer este artículo reflexivamente, quizás escuchando bella música, de esa que te emociona y que te hagas estas preguntas una y otra vez y que escribas todo lo que tus manos deseen. ¡Te puedes llegar a sorprender!

Resumiendo…

Recetario IKIGAI para conectar con una vida de plenitud 

  1. Cada noche cuando vas a dormir, piensa en todo lo bueno que has hecho durante el día, felicitate proactivamente, reconocete, mimate  y mírate con amor. Por otro lado, si existe algún conflicto que no hayas podido resolver, míralo con buenos ojos, pregúntale para qué llego a tu vida y duermete pidiéndole al cosmos que convoque una resolución que sea ecológica para ti y para los demás y que esté en estado semilla al despertar.
  2. Cuando despiertes, lávate manos y cara con agua fresca y escribe un par de carillas sobre tus sueños, sobre lo primero que haya venido a tu mente al despertar y sobre si aquí hay información que te conecte con tu propósito.
  3. Agrega entre 3 y 5 microacciones que vas a hacer en el día para acercarte a tu propósito y si aún no lo tienes, escribe sobre el tanto como sea necesario durante el tiempo que haga falta hasta que lo encuentres o él te encuentre a ti.
  4. Revisa tus pensamientos, tus sensaciones, tus sentimientos y detecta aquellos que sean reactivos, los juicios, las críticas que impliquen deseos de alimentación para tu ego y pregúntales: ¿Para qué están aquí? ¿Qué dicen de mí? ¿Cómo podría transformarlos proactivamente en una versión que no me tenga como el ombligo del mundo y que considere a los demás? ¿Deseo desde la carencia? ¿Carencia de qué?
  5. Transita por tus días observado y observando-te con atención plena y compromiso en habitar tu presente. Por sobre todas las cosas, acepta, ríndete a lo que no depende de ti y mírate siempre a ti y a los demás con buenos ojos. Recuerda: “En el encuentro contigo recibo noticias mías”, “Tu eres el espejo de lo mejor y de lo peor que constituye mi ser”. 

La prosperidad y la abundancia son para todos y no se llevan bien con aquellos que sólo piensan en ellos mismos, cuanto menos no la que implica felicidad y plenitud.

Espero disfrutes de mi artículo, lo quieras y puedas estar compartiendo en tus redes de tal forma de llegar a más lectores a quienes pudiere serles útil y comentes generosamente. Nos seguimos leyendo.

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