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El Autoboicot como forma de vida

 

Fernando Pisauri

Consultor co-propietario de IKIGAI, Coach Ontológico, Master Practitioner en  Programación Neurolinguística, Gestaltista en Desarrollo Personal y Organizacional, Consultor Sistémico Familiar y Organizacional, Facilitador por la Metodología Lego Serious Play, Posgrado en Neuromanagement, en Dirección de Marketing, Community Management y Marketing Digital, Contador y Magister en Derecho de la Integración Económica, Posgrado en Desarrollo Directivo, Director de la Tecnicatura en Comercialización Minorista, Titular Regular de la Cátedra de Comercialización Internacional y Facilitador de las Diplomaturas de Coaching Profesional y Herramientas para la Gestión del Liderazgo Organizacional en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Morón. Profesor invitado y disertante en diversos congresos y cátedras de distintas entidades.

 

Familia de Origen, Familia Creada, Círculos de Amigos, Círculos de trabajo, Nosotros mism@s son todos sistemas en los que desde el día en que ponemos un pie sobre la Tierra influyen sobre nuestro ser y estar en forma de vivencias, la cultura de pertenencia, el equilibro entre el dar y tomar y desde las jerarquías de las cuales somos parte en cada momento de nuestro tránsito. 

De cada uno de estos sistemas hemos asimilado valores, formas de comportamiento que nos producen o no satisfacción, así como también nos hemos embebido en paquetes de creencias y de valores disfrazados de principios, tradiciones, costumbres, reglas, órdenes y preceptos que nos dicen: Haz esto o haz lo otro. 

Como profesional de la Programación Neurolinguística (PNL) que soy y seguidor de los maestros creadores de esta tecnología, te invito a que le prestes la atención que merece a lo que uno de ellos, Robert Dilts, llama Pirámide de Operadores Neurológicos. Podríamos resignificar el primer párrafo diciendo que tod@s caminamos nuestros días en distintos entornos que responden a las preguntas que comienzan con: ¿Donde? ¿Cuando? ¿Con quien? ¿Con quienes?. También te invito a que estés con papel y lápiz a mano y vayas leyendo este artículo con tiempo regalándotela plasmar tus reflexiones por escrito. 

Ahora bien, cada uno de nuestros espacios y los roles que desempeñamos nos demandan  determinados comportamientos, actitudes, y en este espacio, segundo escalón de la pirámide es cuando nos preguntamos por el ¿Qué? ¿De qué forma? ¿Con qué actitudes?. Siempre y cuando, claro está no se trate de que te estés dando cuenta de que te faltan aptitudes, entrando entonces en el nivel superior de competencias, en el ¿Qué necesito aprender nuevo? Sin embargo, a veces ni aprendiendo aptitudes nuevas logramos dar con los comportamientos más ecológicos para nuestros entornos familiares, laborales, de amigos, etc., y entonces ¿Podrá ser que tengamos que subir un nivel más en la pirámide y revisar-nos a nosotr@s mism@s? Entramos en las instancias de ecología interna respondiendo a una pregunta más específica del tipo: ¿Esto es bueno para mí? Porque sólo si es bueno para mí va a poder ser bueno para los demás también, para el legítimo otro. Aquí ya nos movemos en los ámbitos de las creencias, los valores, la identidad, y la autotrascendencia que son los aspectos centrales de este artículo sobre Autoboicot

Y allí vamos, del mismo modo que sucede con los desequilibrios del cuerpo, muchas veces es nuestra mente la que nos juega una mala pasada, siendo redactores del guión que relata las historias de los desencuentros del corazón y la razón en base a algunos mecanismos incorporados que se oponen o entorpecen nuestro bienestar. Hablamos de la ecología interna, de la que surge de nuestros diálogos interiores, de las charlas conmigo mism@. 

¿Cual es el contenido de estas charlas? Aquí nuevamente te invito a que reflexiones, quizás tomándote algunos minutos contigo mism@, haciendo algunos minutos de Mindfulness, de respirar con atención plena. Te ayudo un poco. Con el tiempo te fuiste adaptando a los cánones culturales, lo cual contribuyó a que hayas llegado hasta donde estás al momento de leer entre artículo, pero, esos cánones se transmiten como mandatos, como el deber ser y hacer, como reglas, como leyes, como lo que tengo que… ¿puedes reconocer los tuyos al día de hoy? Poné luz en aquellos que te das cuenta que fueron transmitidos en forma autoritaria, rígida, o que debido a tu temperamento los asimilaste de esta forma. ¿Por qué te propongo tomarte todo el tiempo del mundo para escribir tus debeismos? Pues porque, las pautas que has incorporado podrían estar alejándote de tus aspiraciones más profundas, llevándote a confundir tus propios deseos con los ajenos. Si la fuerza en la que estos mandatos se manifiestan en tus diálogos interiores es elevada, podrían también estar impidiendo que las revises durante tu proceso de maduración como persona. Son los que habitualmente llamamos introyectos. Imagínate comiendo un delicioso sandwich con los ingredientes que más te gustan y que en lugar de masticarlo y saboréalos, te lo tragas de a grandes bocados, o entero. ¿Qué sucede? ¿Qué cosas te has tragado de esta forma y sin masticar durante la vida? Nuevamente, puedes escribir en tu cuaderno de notas… 

Ahora vamos a avanzar y a enfocar la mirada interior aún más. Te propongo  que: dibujes 4 diagramas bien grandes para tus círculos de influencia: Familia de origen, familia creada (si estas casad@ o en pareja), amigos, trabajo y que el contenido que vuelques en palabras, símbolos, como mandala, lo que gustes, responda a: ¿Qué hago para ser aceptad@ por los demás? ¿Quienes son estos demás? ¿Qué rol tienen en mi vida? Lo que hago para ser aceptad@ es ¿bueno para mí? ¿es bueno para los demás? ¿para ambos? 

Para ser aceptados por otros, emular lo que los demás han logrado u obstinarte en sostener lo insostenible, muchas veces termina encerrándote en una paradoja de rechazos. ¿por qué? 

  • Al exponerte a la desaprobación de personajes de la realidad exterior, o  pertenecientes a tu mundo interno. 
  • Por respetar al pie de la letra tus introyectos. Sería como el no digerir el sandwich del que te hablé más arriba. ¿sí? 
  • Andar el camino para cumplir con idealizaciones que están fuera de tu alcance. 
  • Considerarte fracasad@ porque las cosas no salen como esperabas y negarte a asumir la responsabilidad, la posibilidad de responder con habilidad a los desafíos. 

Y de pronto te encuentras rechazándote a ti mism@, no reconociendo, escuchando a aspectos personales que claman, gritan desaforadamente por su realización. Se trata de tus Yoes temerosos, miedosos, enojones, envidiosos, en desacuerdo, que esperan por ser mirados, escuchados y atendidos. ¿Cuál es la emoción que en este momento te habita? ¿Es disfuncional? Si fuera el caso ¿es miedo, ira, envidia, celos, o quizás exigencia, desacuerdo interior? Si éste fuera otro aspecto tuyo y se sentaran a tomar la bebida que más les guste, ¿de qué conversarían? ¿Te animas a escribirlo en tu libro de notas? Quizás hasta te sería de utilidad entablar esta conversación y escribir todo el diálogo que surja. Confiá en tus manos y déjalas fluir sin pensar, confiá en que va a quedar plasmado aquello que necesita ser visto, escuchado y atendido. 

A diario, en las sesiones de coaching, en los espacios de entrenamiento que facilito, escucho que las personas se empeñan en que cambien los otros, las circunstancias, aspectos del tiempo, recurriendo una y otra vez al recurso de la demanda carente de ecología externa e interna, cuyos resultados no son ni buenos para los demás y mucho menos para nosotros. Estas actitudes nos llevan a la frustración que nos encuentra con desconexión a nuestra caja de recursos. Éstos son necesarios para que nos demos cuenta de que lo único que podemos estar caminando es a nosotr@s mism@s. Nuevamente, toma tu blog de notas y te pregunto: ¿Qué aspectos deseas cambiar de ti? ¿Qué harías que sea simultáneamente bueno para vos y para los demás, entiendo por los demás a tu familia de origen, trabajo, amigos,… ? ¿Es posible de hacer? ¿Lo quieres realmente? ¿En donde, con quienes lo vas a estar logrando? 

Probablemente te cueste y espero que así sea. Si fuera el caso, ¿puede ser que estés actuando el guión de expectativas de los otros? ¿Estarás procurando que el otro te quiera por lo que le das o haces, porque cubrís sus expectativas y que si así fuera, las cosas mágicamente cambiarán a tu favor? Pues, estás destinad@ a frustrarte, al tiempo que no te respetas a ti mism@, dejando de lado a lo que late en tu interior, tus deseos más profundos, las necesidades y potenciales que pugnan por su desenvolvimiento. Lo que Carl Rogers llamaría la propia Tendencia Actualizante, el estar al servicio de ir construyendo cada día la mejor versión de nosotr@s mism@s. 

Nuestros potenciales necesitan salir a la superficie y convertirse en hechos. Detrás del rechazo a aceptar quienes somos, están nuestros mandatos y también el rechazo al otro. Y este es un artículo encuesta, así que vamos a profundizar. Nuevamente te invito a tomar tu bitácora de viaje y a responderte:

¿Tenés deseos inconscientes de cubrir las expectativas de personas significativas presentes en tu vida actual? ¿Cuáles?

¿Tenés deseos de satisfacer expectativas de personas pertenecientes a tu pasado e incorporadas a tu psiquis en forma de mandatos, de debeismos que no representan lo que realmente querés hacer? ¿Los de quienes? ¿para qué? 

¿Tenés la mirada puesta en modelos inalcanzables que exceden a tus recursos para la realización? ¿Se trata de cosas que no dependen sólo de ti, sino que incluyen acciones o deseos de otros y un contexto favorable? ¿Quizás estén fuera del límite de tus reales capacidades? ¿Cuales? Explayate. 

¿En qué patrón estás encerrad@? ¿Qué bucle repites una y otra vez? ¿Te animas a poner en acto la voluntad de asumir un rol protagónico en la construcción de tu destino y confiar en tu capacidad para realizar un cambio por más mínimo, por más divido en microacciones que sea? 

Otro aspecto que entorpece la conexión contigo mism@ y el ejecutar tu tendencia actualizante es el autoboicot, una fuerza que emerge de tu interior a veces cual géiser y se opone a las microacciones de cambio que necesitás poner en práctica, haciendo las veces de frenos que te exponen a situaciones que indefectiblemente terminarán dañándote. 

Viktor Frankl, creador de la logoterapia, diría que se trata de una batalla interna entre la fuerza de vida que te impulsa a la supervivencia, y la fuerza de muerte, que conduce a la destrucción. Se trata de deseos inconscientes que se oponen al bienestar. A veces, es el castigo por lograr alguna posición de poder que por mandatos internos te está vedada; por obtener bienes de los cuales son te consideras merecedor@, o como repetición de conductas autodestructivas que aprendiste desde la primera infancia. 

En general el boicot toma la forma de persistir en algo que con seguridad va proporcionarte insatisfacción: accionar hacia metas inalcanzables y poco realistas, la ilusión de obtener algo que exceder a tus capacidades o posibilidades, un amor perdido o no correspondido, una posición o prestigio irreal. Todas acciones que serán fuente de frustración y de impotencia. 

Ahora bien, ¿qué tipos de personas son las más proclives a caer en estos bucles de auto boicot permanente? Pues los exigentes y los perfeccionistas. ¿Te encuentras en alguno de estos grupos? En tal caso, escribe ¿De qué forma sos perfeccionista o exigente? ¿qué hace quiere, pide y le hace ejecutar  al exigid@ el/la perfeccionista o exigente que estás siendo? ¿Cuáles son los mandatos internos que nutren al éxito y la productividad que buscan estos personajes, que impulsan a poner la vara bien alta con objetivos ambiciosos? Si tu aspecto exigid@ no logra lo que esperas de la forma en la que lo deseas, ¿sos capaz de igualmente reconocer el logro? 

Como ayuda para ir suavizando a tus exigentes y perfeccionistas, puedes:

  • Revisar con tus ojos de autoboicoteador@ los patrones repetitivos en los cuales te fuiste descubriendo a lo largo de tus notas y más allá de éstas y en los cuales reaccionas de manera perjudicial con relación a  lo que querés lograr. 
  • Poner tu empeño en fortalecer tu autoestima, aprender a quererte más por quien eres y esto se logra también aceptando al otro, encontrándote con el diferente y aceptándolo, abrazando su ser y estar distinto en el mundo. 
  • Regular para abajo tus niveles de exigencia y tener mayor tolerancia a la frustración en caso de no poder cumplir con todas las expectativas que tengas en la forma de logros personales. Se trata de como diría Ken Wilber, pasar del rol de Víctima al de Protagonista de tu vida. Cuando te mostrás como víctima, los demás te tratarán de la misma forma y cuanto mínimo tenderán a alejarse de ti. 
  • Mirar y escuchar, percibir a la realidad con ojos más sabios, haciendo zoom sobre aquello que es bueno para vos y achicando aquello que no lo es, cambiando los colores, los sonidos, los aromas de las situaciones para tu conveniencia, como si fueras un@ mag@ y con tu varita pudieses resignificar los hechos de tu vida de forma de ser saludables para ti. 
  • Asumir un diálogo adulto contigo mism@, detectando cuando hablas desde el/la niñ@, desde el padre o madre o como adult@ que eres. El niño es caprichoso, el padre es generador de mandatos, de debeismos, exige, y el adulto quiere y es responsable de le que quiere y hace. Cuaderno en mano: ¿Qué cosas haces desde tu niñ@, desde tu padre o desde tu adult@? Las primeras como podrías resignficarlas, redactarlas nuevamente como adult@? 
  • Toma por práctica algunas reglas lingüísticas básicas: evitar usar el nunca, siempre, algunos, algunas, pero, tengo qué, debo, todo, nada, etc., que nos hacen caer en generalizaciones, distorsiones y supresiones del lenguaje que opacan el observador que estás siendo y tu escucha interna y externa. 

Finalmente, escucha a tu niñ@ interior. Racioalidad y emoción son parte de nuestros personajes interiores y están presentes en nuestra conversación privada. Siempre andamos por la vida con una radio interna que está cambiando de dial permanentemente con una mezcla de razón y emociones. Cuaderno y lápiz en mano para responderte a algo que ya tomaste más arriba, nuevamente ¿Qué diálogos interiores escuchas? ¿Cual es el volumen? Y si dependiendo de cuan ecológicos o no sean les subís o bajás el volumen? Y si ¿intentás hacerlos públicos de la manera más ecológica que te sea posible, cuidando al otro desde tu ser empátic@, aceptando incondicionalmente lo que le pasa a este otro y siendo congruente contigo mism@? 

Para ayudar a tu niñ@ interior a madurar necesitas:

  • Aprender a frustrarte aceptando los límites de la vida sin personalizarlos ni ubicarte en posición de víctima. Las cosas no te pasan, sino que estás en el lugar y momento más propicio para que sucedan de esa manera. 
  • Aprender a cuidarte. Como adult@ podes evaluar los riesgos, analizar las situaciones en las que te ves implicad@ y reflexionar acerca de las consecuencias antes de actuar. 

Escribe en tu bitácora: ¿De qué forma vas a poner hoy en marcha a tu observador consciente de tal forma de que quien esté al mando sea siempre tu adult@? Toma la mayor distancia que puedas de las circunstancias para analizar con frialdad el camino a seguir. A veces sirve, imaginarte que estás vos mism@ parado frente a la situación, poniendo algo sobre el piso, más no sea un muñeco y luego alejarte físicamente y observarte en situación. ¿De qué te das cuenta? Y si cada vez que te alejas pasan los días, las semanas, los meses, los años ¿Qué nuevo observador@ va naciendo? 

En fin, no hay nada más satisfactorio en la vida que ser fiel a uno mism@, entonces: escuchate, mírate, decite lo que necesitás, fíjate que necesitas hacer y si esto es bueno para vos, para los demás que están tus círculos de relevancia, si es posible y manos a la obra. No te olvides de llevar siempre contigo tu bitácora de vida y pégale una leída consciencia de vez en cuando.

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