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Coaching Corporal

¿Cómo mejoras tu presente gestionando conversaciones de más calidad con tu cuerpo?

¿Cuan a menudo te ocupas de hacer registro corporal? ¿Con qué frecuencia escaneas tu cuerpo al encuentro de sensaciones que te estén hablando? ¿Te haz preguntado sobre para qué sirve cada una de las partes de tu cuerpo? ¿Cuantas preguntas hay que no te haces sobre el mismo? ¿Cómo sería querer entender más sobre el propósito de cómo funciona?

 

 

Entre más sabemos acerca de algo, más podemos conectar.

El  saber es la manera en que los seres humanos conectamos y entendemos. En este artículo voy a contarte y compartirte algunas distinciones sobre coaching corporal.

¿Cuan a menudo te ocupas de hacer registro corporal? ¿Con qué frecuencia escaneas tu cuerpo al encuentro de sensaciones que te estén hablando? ¿Te haz preguntado sobre para qué sirve cada una de las partes de tu cuerpo? ¿Cuantas preguntas hay que no te haces sobre el mismo? ¿Cómo sería querer entender más sobre el propósito de cómo funciona?

El cuerpo es un microcosmos de nuestra vida. Si le prestásemos más atención tendríamos muchas pistas sobre nuestras experiencias cotidianas. ¿Cuál es el propósito del cuerpo? Podríamos decir que el cuerpo está para desafiarnos pues nos hace pensar sólo acerca de nosotros. Por ejemplo, ¿Qué pasa  cuando estás deprimido o triste? ¿Qué pasa cuando estás feliz? ¿Cuando sientes más a los demás? Esto tiene que ver con nuestra fuerza corporal, con nuestros sentidos y sus alcances.

Muchas veces no vemos el daño potencial que podemos hacer con nuestras palabras, las consecuencias que generamos con nuestras acciones y para todo ello nos valemos de nuestro cuerpo. ¿Cómo nos damos cuenta de cuando estamos haciendo acciones generativas, funcionales, buenas para nosotros y para los demás? Pues, sentimos los efectos de nuestras acciones en el cuerpo. Por ejemplo, medita sobre alguna situación reciente en la cual hayas sentido envidia, celos, enojo, alegría, ternura, etc., sobre alguna persona, sea amigo, familiar, compañero de trabajo, superior, etc. ¿Cómo se sienten esas emociones en tu cuerpo? Así surjas airoso de una discusión, ¿Cómo se siente en tu cuerpo el minuto después? ¿Me captas? Nuestro cuerpo es una brújula, un traductor universal que nos está  hablando todo el tiempo en conversación interna sobre lo que es bueno para nosotros y para quienes nos rodean. Incluso, si te concentras, te darás cuenta de que cada parte de nuestro cuerpo sabe como se siente la otra. Si tu duele tu dedo gordo del pie, seguramente el resto de tu ser sabe como como está el dedo.

¿Cómo podemos conectar el Coaching y el cuerpo?

Por ejemplo, las piernas nos llevan a la acción, representan nuestras manifestaciones. A veces en las sesiones de coaching, cuando las personas no avanzan en la vida, suelen tener algún problema con sus piernas, con su andar, con sus pasos, con la forma en la que pisan y conectan con el suelo que los sostiene. Ahora, ¿cómo trabajar el liderazgo? Pues, tenemos la cabeza que está separada del resto del cuerpo y tiene que ver con que necesitamos liderazgo y el líder tiene que estar separado de los demás para dar dirección. Lo mismo sucede con la cabeza desde donde se manifiesta la acción en el cuerpo. En la cabeza residen nuestros pensamientos, nuestra capacidad reflexiva y es con nuestra capacidad de re – flexionar que podemos tomar mejores decisiones. Nuestra cabeza guía al resto de nuestro cuerpo y es nuestro potencial. Sin embargo, nuestros pensamientos pueden encontrarnos con estrategias que destruyan nuestro día, nuestro trabajo, nuestra vida. Si las personamos tenemos pensamientos negativos sobre una situación, sobre una persona, no pasa nada, pero si no tomamos conciencia de ellos y los sustituimos con pensamientos positivos, libres de juicios infructuosos y procuramos ver el cuadro completo, entonces ahí sí nuestro cuerpo va a ser ejecutor de acciones erosivas para nosotros. Se trata de trabajar sobre la causa y no sobre los efectos, se trata de enfocar en mejorar la semilla.

¿Cuál es la diferencia entre los animales no humanos y los seres humanos? Pues, es el habla. ¿Qué es lo que nos da libertad en la vida? Nuestra capacidad discursiva, nuestra habilidad para pensar y contar historias. La prisión y la libertad están en lo que hablamos y el lugar donde todo se controla es la lengua. Todo empieza en nuestros pensamientos, en nuestra conciencia y se traduce en palabras, juicios, en declaraciones y afirmaciones a través de la lengua y de nuestras acciones.

La prisión y la libertad están en lo que hablamos y el lugar donde todo se controla es la lengua.

Te propongo un ejercicio. Cada noche o cada día, antes de irte a dormir, tomate un espacio para meditar, para conectar con tu respiración y preguntate, preferentemente también escribe: ¿Qué estuve pensando durante todo el día? ¿Qué puedo hacer para reemplazar los pensamientos que no están buenos para mí? ¿Cuáles son mis recursos? ¿De qué forma puedo desarrollar un observador más apreciativo de las circunstancias de mis días? En psicología sistémica existe una creencia ampliamente comprobada desde la fenomenología y es que “lo que pensamos lo atraemos”; es decir, “lo similar se atrae”. Presta atención a cómo es el mundo alrededor tuyo en línea con cómo pensás y te sentís cada día.

El primer lugar, donde se manifiesta nuestra energía es en los ojos. Viste que dicen: “los ojos son las ventanas del alma”. Fíjate también con qué ojos miras a las situaciones de tu vida, con qué ojos observas a las personas. ¿Qué dicen tus ojos cuando conversas con las personas? ¿Haces contacto visual  con los demás con facilidad? ¿Puedes mantenerlo? ¿Qué sucede cuando hablas con aquellos a quienes no aprecias? ¿logras mantener la mirada? Es una experiencia interesante. Se trata de entrenarnos en el arte del buen mirar, del buen observador. ¿Qué piensas que necesitas para mirar con buenos ojos a los demás? Te hago una propuesta. Medita sobre cómo te miras a ti mism@ y a las circunstancias de tu vida, incluso a aquellas acciones que no apruebas en ti. ¿Cómo sería mirarte con compasión, con amor, con misericordia? Algo a lo que te propongo apostar es a que no podemos darle a los demás aquello que no podemos darnos a nosotros mismos. Se trata de que para compartir hacia afuera primero necesito conectar con un nivel de compartir hacia mí a través del buen ojo. ¿Qué dices?

Te comparto otro ejemplo. Este tiene que ver con restringir aquello que recibo para poder compartir y generar situaciones funcionales. Piensa en cuando entras en una habitación y hay luz. ¿Qué pasa con la pupila? Se contrae. Cuando hay mucha energía ¿Te cierras o te abres? Te abres porque cuando está oscuro en el cuarto, la pupila se abre porque quiere recibir de la luz para poder ver. Entonces, ¿cuál es la lección? Qué si queremos recibir no podemos nada más tomar, también tenemos que restringir. ¿Cómo lo puedes llevar a tu día a día? ¿En qué casos podrías extrapolar este ejemplo?

Ahora vamos al sabor de la vida

¿Cómo sería saborear las experiencias de tu vida?  Por ejemplo, si pones comida en tu lengua, la comida más rica, más deliciosa, esa que tanto te gusta y te la dejan ahí, en la lengua ¿sientes el sabor?  Pues no, esto sucede sólo cuando la lengua lleva la comida al paladar. Ahí recién sentimos el sabor. Esto implica que en nuestro cuerpo ninguna parte es totalmente independiente, sino que funciona como un mecanismos, como un equipo. Ahora, en este movimiento de la lengua, podríamos decir que ésta rechaza la comida y se la lleva más arriba al paladar; es decir, comparte, recibe para compartir. ¿Qué aprendes de esta sociedad entre la lengua y el paladar sobre como saborear las situaciones de tu vida? ¿Que rechazas para poder compartir? ¿Qué podrías estar restringiendo en tu vida para poder compartir, para crear buenas experiencias? Piensa también en el ejemplo de la habitación.

Ahora vayamos a otro sentido, el olfato. ¿Qué pasa cuando algo te huele mal o te huele bien? ¿Qué ha sucedido cada vez que has confiado en tu olfato? Aparentemente, hay algo elevado en cuanto a nuestra capacidad de ampliar el observador que somos del territorio a partir de nuestro sentido del olfato. Se sabe que la conexión entre éste y el cerebro es directa. Piensa en las decisiones que tomas a partir de este sentido.

Y hasta aquí un resumen sobre cómo podemos estar conectando nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras sensaciones con nuestro ser y hacer en la vida, en nuestro día a día desde que nos levantamos cada mañana y sobre cómo podríamos estar siendo causa de nuestras experiencias y no efecto. ¿De qué forma lo podrías estar aplicando conscientemente desde hoy? Advierto que en este artículo decidí obviar la escucha por lo ampliamente desarrollado que está en otros artículos de mi autoría y de colegas.

Ahora bien, el tomar decisiones generativas para ti y tener una vida digna de ti es una elección. ¿qué estás dispuesto a hacer para obtener tu vida? Se trata de volverte adicto al buen vivir, a desarrollar buenas practicas creando lo que hacen en alcohólicos anónimos; es decir, a crear una adicción positiva. La única manera de trabajar la cabeza para arreglar la cabeza es trabajando sobre nuestros pensamientos, en lo que escuchamos, en lo que decimos, lo cual se va a imprimir en nuestro cuerpo, en nuestros órganos, en nuestro ADN porque ahí es donde todo empieza. Somos laboratorios con procesos químicos aconteciendo a cada momento. Las concentraciones de estos químicos explican nuestro estar siendo en el presente.

Finalmente…

¿Con qué personas te conectas en tu vida? Es decir, ¿a qué tipo de personas atraes a partir de tus acciones?  ¿De qué manera contribuyen a tu propósito las relaciones que gestionas? En ello también es importante que tu cuerpo esté ciento por ciento comprometido. Se trata de estar lo suficientemente consciente de tu cuerpo, de tus sensaciones, de tu capacidad de percibir para conectar, vincularte con aquellas personas que son alimento, nutrición y colaboradores en tu propósito de vida, en tu IKIGAI, así como tu para el de ellos.

Espero hayas disfrutado de este artículo y que puedas estar aplicando algunas de estas distinciones para poder trabajar en hábitos de mejora para tu presente, en nuevas y más adicciones positivas.

Hasta la próxima…

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